Mientras busco mi coche entre la lluvia y grisura de este domingo de Diciembre, reflexiono sobre la agonía que vivo (¿Unamuno?); esa lucha continúa entre mi memoria y yo. Como un espectro agónico, que no tiene nada que ver con la muerte, antes al contrario con la naturaleza de nuestra propia existencia, sospecho si el Alzeimer no estará tendiendo sus redes sobre mis neuronas o lo poco que pueda acumular, realmente vivido. Agónico, agonista: a veces protagonista, otras antagonista. Pero tengo que ganar esta lucha, porque antes de perderme para siempre he de conseguir crearme un alma, algo por lo que, alguien, mis hijos u otros, puedan recordarme algún día.
Holbein en Joven
Diciembre 2009
2 comentarios:
me acongoja esta entrada, jejeje, ummmm màs de una vez tengo que recordar donde deje mi coche.
Hola Holbein, entrè sin avisar, pero la puerta estaba abierta.
a proposito la foto de Galicia, quiza es en la Toja?
hermosos puros,
Para tí no hay puerta, estás en tu casa. Lo del coche le pasa a mucha gente, no debes preocuparte.
Efectivamente, el purito de la foto es la mísmisima isla de La Toja.
Gracias por tu visita
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