viernes, 25 de diciembre de 2009

Memoria próxima

Mi mala memoria cercana empieza a crearme más de un problema. Nunca encuentro mi coche, especialmente los fines de semana. He decidido dedicar la mañana de los domingos a buscarlo y hacerme un croquis que me sea útil para empezar bien los lunes. A medida que vamos cumpliendo años esa falta de memoria se compensa con la nitidez de los recuerdos más lejanos en el tiempo: puedo recordar con toda exactitud el lugar exacto en que encontré, cuando era un niño, restos de fusilados en la guerra civil, a pesar de que su lugar lo ocupa actualmente un aparcamiento y el lugar, el Campo de las Calaveras, un estadio de atletismo.

Mientras busco mi coche entre la lluvia y grisura de este domingo de Diciembre, reflexiono sobre la agonía que vivo (¿Unamuno?); esa lucha continúa entre mi memoria y yo. Como un espectro agónico, que no tiene nada que ver con la muerte, antes al contrario con la naturaleza de nuestra propia existencia, sospecho si el Alzeimer no estará tendiendo sus redes sobre mis neuronas o lo poco que pueda acumular, realmente vivido. Agónico, agonista: a veces protagonista, otras antagonista. Pero tengo que ganar esta lucha, porque antes de perderme para siempre he de conseguir crearme un alma, algo por lo que, alguien, mis hijos u otros, puedan recordarme algún día.

Holbein en Joven
Diciembre 2009

2 comentarios:

Carmeli dijo...

me acongoja esta entrada, jejeje, ummmm màs de una vez tengo que recordar donde deje mi coche.

Hola Holbein, entrè sin avisar, pero la puerta estaba abierta.

a proposito la foto de Galicia, quiza es en la Toja?

hermosos puros,

Guillermo Escribano dijo...

Para tí no hay puerta, estás en tu casa. Lo del coche le pasa a mucha gente, no debes preocuparte.
Efectivamente, el purito de la foto es la mísmisima isla de La Toja.
Gracias por tu visita