viernes, 30 de octubre de 2009

Pareja anodina















El hombre en la esquina,
translúcido como un pez profundo,
Espera a la mujer abisal,
mientras cruza un paso inexistente.

Encierra una mano bioluminiscente ,
entre las suyas, diáfanas también,
luego la abraza, mirando al trasluz.
La besa con nitidez adivinada.

Bajan la intuida cuesta
del paseo vacío, fundidos en nada.
Llegan a la Plaza Hialina y se detienen
ante un cine cristalino, donde una pizarra vacía,
anuncia una programación hueca.

Compran las entradas en una taquilla abolida
ocupan un asiento suprimido
Ven una película vacía,
carente de argumento.
Se abrazan infructuosamente,
se acarician quiméricamente.

Salen del cine derogado,
pasean con vaciedad
por una avenida evacuada,
donde no pasa nada,
hasta un portal hueco.

Suben hasta el piso deshabitado
en el ascensor abolido
Abren una puerta metafórica
se arrojan sobre una cama indeterminada
y se funden en una vacilante ausencia
y tras unos jadeos hueros,
caen en una enorme oquedad,
donde nada ni nadie habita.
Caen braceando en NADA, infinitamente,
NINGUNO DE LOS DOS.

No hay comentarios: