domingo, 13 de mayo de 2012

Los niños del veraneo


Los niños del veraneo



Soñó que era un flotador harto de sobrenadar
las concurridas piscinas del estío y entrechocar
por la culpa de otros artilugios patanes.
Era de buena crianza y fina educación.

¿Por qué le llevaban de hotel en hotel a las
charcas cloradas de nadadores plebeyos?
Pero algo colmó la raya de su indignación:
aquella agria discusión con aquel patito,
el del agujero. ¡Era tan desagradable y vulgar!

¿A alguien le sorprendería que el flotador
Soñase que era un atroz y violento monstruo
gigantesco y verdoso de fuerza descomunal
que doblaba las farolas de los hoteles, que destrozaba
Sin esfuerzo todos los automóviles del parking?

Claro que no.
Pero quizá sí que todos los niños del recinto
dejaran sus juegos electrónicos y smartphones.
Pero quizá sí que todos los niños del recinto
le siguieran alegres, como al flautista de Hamelín.

¿Sorprendidos? ¿Acaso no han visto nunca un flotador
educado y bueno? ¿Qué precisamente su bondad,
que ven los niños hartos, sea manifestada
en la aniquilación? Pero ¿Qué clase de majaderos
codiciosos y palurdos vasallos están leyendo esto?

Destrozado todo lo que había que destrozar,
el monstruo verde soñó que frecuentaba una
academia de baile. Era el más aventajado alumno
fue elegido primer bailarín de una orquesta.
Recorrió todos los hoteles del mundo.

Tenía un talento especial con las maracas.
Su número más celebrado era: golpe de caderas,
unas cabriolas rítmico gimnásticas, lanzamiento
de maracas por encima de las palmeras,
tres vueltas laterales, un salto mortal
recogida de maracas sin tocar el suelo.
Caderas, maracas y son, mucho son.

¡Que arte! Aplaudían los papás y las mamás,
Hasta los flotadores olvidados en la noche.
Todos menos los niños que estaban en eso
de las guerras electrónicas y los teléfonos.
Destrozar los coches de los aparcamientos
Eso también les ponía. Luego amaneció. 



1 comentario:

Francesc Cornadó dijo...

El surrealismo es la expresión de lo más real: los sueños.
Muy buen poema.
Salud
Francesc Cornadó