martes, 22 de mayo de 2012

Aquí y ahora


Ab initio fue el excremento, ni el tiempo lo ha puesto en su lugar
Cuanto antes se reseque, mejor: dejará de ser la misma mierda.

Es pavorosa la simple posibilidad de su persistencia eterna y fresca:
Nos terminaríamos acostumbrando al olor de su inmortalidad,
O del espíritu, o de la reencarnación en otra deyección de un dios,
ese sedimento apestoso que llamamos alma humana.
Sin embargo pocos dudan de la democracia empírica y sus códigos

Hic et nunc,
la misma hez,
la misma cosecha,
la misma ética.

No hay comentarios: