miércoles, 9 de noviembre de 2011

Viento



                            “…si no hay afinidad entre los hombres y usted, trate de estar cerca de las cosas; ellas no lo abandonarán. Todavía quedan muchos vientos, y los vientos que van por los árboles y sobre muchas tierras.”
R. M. Rilke (“Cartas a un joven poeta”)


Viento, viento que aúllas afilado
Cual daga celosa
Arrecia tu olor suicida
Tanto como el silencio
Que rueda entre tus senos
Cuando suspiras en calma
Calma, muda calma
Fractura los nudillos
Saborea la furia salobre
Herida de viento negro
Viento, viento oscuro
Helado viento batiente
De los espejos de la rosa
Despojo de rosa coronada
Con las espinas dolientes
De todos los vientos


Alpedrete, Noviembre 2.011
© Guillermo Escribano

2 comentarios:

Leo Mercado dijo...

Se te extraña, amigo.

Guillermo Escribano dijo...

Gracias, Leo. Me he retirado por un tiempo para depurarme del mal de las redes insaciables. Volveremos a vernos.Mientras, te sigo y leo, poeta. Ya me llegó una regañina vía sms de Danik, Caro y tuya.
Un abrazo sentido
Guillermo